domingo, 29 de septiembre de 2013

PLAIAUNDI. POLLUELA PINTOJA

      Este pequeño enclave gipuzkoano en la desembocadura del Bidasoa , minúscula parte de la que no hace mucho fue una gran marisma, es para todos los aficionados a la naturaleza y en especial a las aves,  un lugar señalado con una estrella que no se apaga y adquiere poco a poco cada vez más importancia.


         ¿Que nos deparará el invierno, que nos traerán los vientos del norte hasta la pequeña laguna?. Como un preámbulo del duro invierno en este cálido otoño, han aparecido ya las primeras aves de esas que no suelen ser tan comunes y  por ello más nos llaman la atención.


        Entre ellas a mi juicio “la más significativa” la polluela pintoja se deja ver estos días por la laguna de San Lorenzo con relativa facilidad, es decir, no sale del carrizo y cuando atraviesa un pequeño hueco lo hace a toda prisa a modo del rascón. Adjunto alguna foto algo justilla de calidad es todo lo que pude hacer


  Si bien es cierto que ya por la pasada primavera apareció algún ejemplar que se dejó ver incluso por los pequeños prados del parque, anegados por las copiosas lluvias.

      Gracias por seguir este blog

sábado, 28 de septiembre de 2013

EL BAÑO DE LA AGACHADIZA

                      A últimos del pasado mes se dejó fotografiar esta agachadiza que adjunto a modo de galería .




                 




Gracias a todos los que dedicáis un rato a echar un vistazo por aquí.

viernes, 20 de septiembre de 2013

OJO DE SANGRE ROJO

         

                       Suele ocurrir a veces, que nuestra valoración de lo cercano se minimiza o no le damos la importancia que merece. Cuantas veces es alguien lejano el que pone en valor lo que nosotros no apreciamos



           Se dio el caso una vez al sur de Navarra que al bajar del coche al borde de un camino, casi piso una pequeña flor roja y no fue hasta que me puse a su altura unos escasos centímetros, cuando me di cuenta de su hermosura.
    


            Ojo se sangre rojo, adonis anua, se llama esta diminuta flor, roja como un ojo de ave o un campo de atletismo. Una cicatriz roja y molesta que no pasa desapercibida a  los que creemos que aún siendo un pequeño rincón que a duras penas ha sobrevivido con una sombra de duda permanente, Plaiaundi bien merece la pena


                   Nuestro pequeño grano de arena va sumando cada vez que exponemos o contamos una jornada de campeo o subimos unas fotos a un blog o contamos a un amigo o conocido un nuevo avistamiento, especialmente en este nuestro pequeño rincón del Bidasoa.


          

lunes, 9 de septiembre de 2013

BARDENAS REALES. AGUA Y ESPARTO



         
               A mediados del mes pasado hice una visita por Bardenas Reales al sur de Navarra, casi no salí de la zona que llaman la blanca baja, aproximadamente entre la carretera de entrada por Argedas hasta el polígono y hacia el sur hasta el Rincón de Bu. El ambiente árido que te rodea al caminar te hace pensar en la ausencia de agua, nada más lejos de la realidad, en las balsas a modo de abrevaderos o en el fondo de algunos de los muchos cañones hay la suficiente cantidad para albergar anátidas o la suficiente humedad para que la interacción entre hongo y alga forme un liquen.



                      Algunos líquenes son los primeros colonizadores de tierras áridas incluso los hay en los polos y también en desiertos aunque “La Bardena” no pueda considerarse como tal, al superar las precipitaciones máximas anuales que le dejan fuera de esta clasificación.


            En esta misma zona aproximada que recorrí en un par de días se encuentra la denominada balsa de Zapata y otras más pequeñas donde había ánades y garzas y en alguno de los muchos cañones la rana común nunca muy lejos del agua tomaba el sol inmóvil y verde para no delatarse. Este anfibio no se aleja casi de la orilla mucho más ligado al agua que otras ranas ¿puede que por su ciclo reproductor sea más largo? Es una simple duda. Por cierto que su área de distribución sólo toca un poco el sur de Francia y la Península Ibérica.



           Uno de los grupos más numerosos, había varias especies y en número elevado especialmente en los cañones, y también ligado al agua era el de los odonatos como este caballito del diablo, Lestes virens, especie colonizadora que deposita sus huevos en aguas estancadas como la de las charcas o del fondo de los cañones.




          Fuera ya del agua aunque empapado en sudor, pude ver una especie de saltamontes propia de los espartales, gramíneas muy resistentes a la aridez ibéricas y pre-saharianas, donde vive esta especie muy parecida a otras de saltamontes Ramburiella Hispanica y a lo lejos también desde el  espartal, uno de sus lugares preferidos salían volando una pareja de ortegas que casi no me dejó hacerles una foto testimonial de su presencia.