miércoles, 27 de noviembre de 2013

JAIZKIBEL; DUELO DE TIGRES

       
        Hace unos meses atrás cuando no hacía frio me acerqué por Jaizkibel con el objetivo y la esperanza de localizar una de las más raras orquídeas citadas en este monte. Después de varias intentonas esta es la tercera vez que no tengo éxito.. ¿si alguien sabe algo más ?


        Por las zonas donde busqué con juncos y como es habitual para esta especie, siempre algo levada del suelo entre la maraña se encontraba esta araña tejedora Argiope bruennichi yo prefiero llamarla araña tigre aunque hay quien la llama cestera o avispa llamándole tigre a Argiope trifastiata y lobo a Argiope lobata que en otro momento subiré por aquí.



       Poco más comentar de esta especie común que no se haya dicho ya sino corroborar sus hábitos de caza descartando presas grandes y eligiendo las adecuadas en tamaño que caen en su tela con ese zig zag característico, picándolas para paralizarlas y retirándose a esperar que se "licuen" por dentro y absorber sus nutrientes


       Mencionar también una libélula común por Jaizkibel que ya  he podido observarla en otras ocasiones tanto por los prados como por las regatas,  Cordulegaster Boltonii, una hembra como la araña y que curiosamente también se la denomina libélula tigre, como la araña. Patrulla los regatos, helechales y turberas por donde se esconde Spirantes aestivalis, la orquídea de mi búsqueda.



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domingo, 17 de noviembre de 2013

PLAIAUNDI; ZAMPULLÍN CHICO

       

               Hoy  he estado un rato por Plaiaundi  justo después de comer  cuando algunos se echaban la siesta o miraban llover desde la ventana.  El mar estaba plano,  quieto como una balsa de cemento .  Marea alta hasta rebosar  y  algunos porrones y gaviotas . Poca gente casi nadie en los caminos sin pitidos de silbato ni pelotas o balones  abonbados  ni  el chumba  chumba  repetitivo  que los acompaña.

              ¡Que paz!

viernes, 8 de noviembre de 2013

JAIZKIBEL; PRADOS DE HENO ATLÁNTICOS


      Los prados de heno atlánticos son uno de los 14 hábitats que en la directiva europea de habitats se tienen en cuenta a la hora de considerar al monte Jaizkibel como lugar de interés comunitario

 
       En estos prados, las diferentes especies de plantas que los ocupan va dependiendo de su grado de explotación por el ganado así como por la cantidad de siegas a que puedan ser sometidos.


   Si la presión ganadera es alta, aparecen especies adaptadas al pisoteo o al exceso de nitrógeno de sus excrementos como llantenes y tréboles


       Si las praderas son de siega, además de las especies cultivadas forrajeras que se puedan haber cultivado,  se suelen componer por gramíneas en su mayor parte

 
   Por lo general muchos de estos prados atlánticos son mixtos con características y plantas de los tipos mencionados anteriormente



    Poco a poco muchos de estos prados se van asilvestrando, añadiendose a su composición mayor número de plantas y apareciendo mayor número de especies de insectos y también micromamíferos, reptiles o anfibios


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viernes, 1 de noviembre de 2013

ALTA MAR: EL HOMBRE Y EL MAR


Hace unas semanas durante una salida marinera organizada por SEO que desde  Bermeo  se adentró en el mar con el barco Hegaluze, tuvimos la fortuna de contemplar algunas bellas e incluso tiernas estampas.


     Uno de los momentos más espectaculares se desarrolló en primer plano, a escasa distancia del Hegaluze, cuando pudimos ver los enormes picados a considerable altura de los alcatraces, sus cabriolas y zambullidas en búsqueda de los peces que se hundían en la profundidad del océano hacia el cañón submarino de Bermeo,  dieciocho  millas mar adentro


      Antes de continuar con este relato quería advertiros de que hay situaciones casi imposibles de describir con palabras. La complicidad e interacción de HOMBRE Y NATURALEZA se puso en evidencia con la aparición de un grupo de calderones de aleta larga el más común en las costas cantábricas.



     Momentos en que igual que los calderones emergiendo y acercándose a nuestro barco, también emergieron  nuestros sentimientos a flor de piel. Momentos en los que no eres un mero observador con cámara y prismáticos, sino parte de la propia escena, observados por un grupo de animales casi humanos sin cámaras ni prismáticos.


    Posiblemente una hembra y una cría, pero no lo se con certeza, se acercaron al borde del barco y sacando sus cabezas del agua  sus rojizos ojos oteaban por encima de la barandilla para observarnos a nosotros con curiosidad, a la vez que comentaban lo que percibían quizás,  pues no dejaron de comunicarse entre ellos con unos zumbidos o chillidos perfectamente audibles por nosotros  hasta que presumiblemente el líder de la manada apareció,  se acercó para reconducirles a la manada y continuar su propio rumbo.


   Sus miradas penetraron en nuestros corazones queriéndose fundir en un abrazo con su más letal enemigo. Un momento de magia como coprotagonista de una escena que nunca olvidaré por muchas veces que vuelva al mar.


  Con la esperanza de volvernos a encontrar.

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